viernes, 7 de enero de 2011

7. 10 - Septiembre - 2001

CONCURSO  VII  FECHA: 10 – SEP – 01


 JURADO:  EDUARDO OLIVARES


TEMA: AUSENCIA DE DIOS


Ausencia de Dios






PRIMER LUGAR:


LOBO


El viaje


Viajó hasta ese rincón del universo para protestar ante Él por las miserias humanas y para hacerle entender que las diferencias de color entre los hombres eran causa de los sentimientos de superioridad, de ambición, de envidia y de temor, provocando con ello que se mataran entre hermanos.
Y en representación de la humanidad gritó de frustración. Gritó de dolor y gritó de impotente enfado ante lo que acabó por comprender en ése sitio; pues en vez de encontrarse cara a cara con un ser divino - un ente descomunal -, sólo vió un trono de piedra que los eones habían derruido y entre los restos encontró un polvoso cartel que decía:

“SEDE OFICIAL DE LA DIVINIDAD”
-VACANTE-


  

ANTONIO RANGEL


Livadia


Livadia comenzó a golpear con una piedra el suelo, cada vez con mayor fuerza, su desesperación no cesaba, intentó con ambas manos hacer todo el ruido posible, estaba harta de esa maldita profundidad del silencio... después de un rato de pegarle al piso, halló una rara figura que nunca había visto en su vida, parecía un hombre desnudo y vapuleado, lo estuvo observando, y gracias a su contemplación logró resistir el silencio...
Ella se esforzó en recordar, fracasó por no estar familiarizada con aquello, era lógico que una adolescente huérfana y alejada de toda tribu, no supiera que decenas de años antes ese icono representaba un Dios para millones de personas, Livadia ni siquiera habría podido imaginar a millones de personas habitando el planeta, llevaba casi tres temporadas de sequía sin localizar a otro ser humano...


  

MENCIONES HONORIFICAS:


ALFONSO PEDRAZA


Reflexiones


Listo para iniciar el día me acerco al espejo y ante la mirada de mi hijo empiezo a reflexionar en voz alta.
—Pararse frente a un espejo es como estar frente a Dios: pretendemos verlo y lo que nuestros ojos perciben es el mismo mundo que nos rodea; le mostramos la mejor cara que no es la misma que los demás observan e irremediablemente notamos toda nuestra grandeza y nuestra pequeñez.
El niño, con los ojos muy abiertos, exclama.
—Y todo eso ¿a quien le importa? 

                                                                      
ARTURO PALAVICINI


La Búsqueda


El grupo de científicos y hombres de fe finalmente había quedado conformado y todos tenían un solo objetivo, encontrar de una vez por todas a Dios.
Los gobiernos del mundo habían aportado los recursos económicos para solventar el multimillonario proyecto y todos confiaban en que el resultado de éste acabaría por unificar a los hombres.
Seleccionaron el Monte Sinaí como centro de operaciones y ayudados por un poderoso telescopio y coordenadas calculadas por Rabinos a través de la Cábala Judía, dieron inicio a la monumental tarea. Antes de empezar, el líder del grupo se llevó la mano derecha al pecho, suspiró profundamente y se asomó al telescopio, ajustó el aparato y echó un ojo al infinito. Lo primero que observó fue una enorme nube de polvo y gases de color ocre, se internó más en la obscuridad del cielo y localizó ahí una pequeña esfera azul que giraba vertiginosamente, se acercó para inspeccionarla y en su interior descubrió una enorme roca con una construcción metálica en la cima, dirigió la mirada hacia aquel pequeño edificio y halló en una de sus caras una ventana en cuyo interior había un grupo de hombres y en el centro de todos ellos, encontró a uno observando a través de un telescopio con la mano derecha colocada en el pecho. 

CONCHITA


Septiembre


Caminaba despacio dejando la huella de sus pies menudos sobre la arena húmeda mientras los últimos rayos de sol calentaban su cuerpo y el viento despeinaba sus cabellos grises.
Había sido un buen verano, pleno de sensaciones placenteras. Creía que el verano perfecto para poner el último marco a su existencia.
En su vida no había un dios que le reclamara cuentas. Hacía mucho tiempo que había descubierto que ella era la única dueña de sus actos. En virtud de esa libertad, que había adquirido el mismo día en que había dejado de creer en Dios, su vejez no sería una carga para nadie.
Se fue adentrando poco a poco en el agua que se plegó blandamente a su cuerpo...
El plácido cielo de septiembre sería su último recuerdo.
 

MOCEMO


Descubrimiento


Es el año 2057, los seres humanos hemos establecido comunicación con una raza más avanzada de otro planeta.
Gracias a los avances tecnológicos logramos hablar con ellos y, después de varios años de viaje nos han visitado. Sus adelantos técnicos son muy impresionantes, pero nuestros sentimientos los impresionaron aún más; su cultura, millones de años más antigua que la nuestra ha descubierto lo que para nosotros es aún un misterio, el origen del fenómeno de la vida, que para nuestra sorpresa, es el simple resultado químico a la temperatura correcta y los componentes indicados.
Al encontrar las respuestas a todas nuestras dudas surgió una nueva interrogante, ¿que haríamos ahora con Dios?, ahora que ya no lo necesitamos, pues ya sabemos la verdad del universo y sus limites, vislumbramos entonces que Dios es una explicación a lo inexplicable, y que ya no nos hacía falta.
Desde ese momento vivimos sin Dios una vida más auténtica, sin leyendas, una vida de verdades gracias a nuestros nuevos asociados en el universo.
Lamentablemente no olvidamos a todos los dioses, Marte, dios romano de la guerra nos guió a la exterminación de la nueva especie descubierta. La humanidad no soportó una vida sin deidades.



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