jueves, 7 de abril de 2011

98. Noviembre - 2007

CONCURSO XCVIII  NOVIEMBRE 2007


JURADO: JOEL DÁVILA GUTIERREZ


TEMA: EL ESPECTADOR DE CINE

El espectador de cine



GANADORES LAS 4 MINIS SIN ORDEN ALGUNO


OLA


Doble sesión


El beso fue tan apasionado que llegué a sentir un agradable calorcillo en la entrepierna; él apresó uno de sus pechos y ella se dejó hacer, el rostro acaramelado. Un caballo saltó por encima de una valla tirando al jinete. Los indios se acercaban y el hombre, en el suelo, se quejaba de su pierna rota. Ella buscó enardecida en la bragueta de él... el jefe indio bajó de su caballo y se aproximó al caído; sonreía cuando sacó un cuchillo de su taparrabos... los besuqueos continuaban cada vez más ardientes... se acercó al rostro pálido herido y aferrando su cabello se lo arrancó de un tajo... la mujer jadeaba de placer cuando su enamorado introdujo la mano en su intimidad... el hombre blanco gritaba mientras el indio mostraba a sus guerreros la cabellera... justo en ese momento las palabras The End aparecieron en la pantalla.

Al encenderse las luces, ella, aún con el rostro sofocado, se separó de su acompañante, se abrochó presurosa la blusa y se compuso el cabello. Él, más pausado, se subió la cremallera de sus pantalones.

Suspiré al tiempo que me levantaba de mi asiento para irme. Me percaté de que apenas me había enterado de la trama del film. Bueno, no importaba; las películas de indios son todas iguales.


CENTOLLO


Mimesis


Raúl es uno de esos espectadores que al salir del cine imitan a los personajes de la pantalla. Si la película trata de artes marciales, allá va él propinando patadas giratorias a las farolas. Si del Oeste, sale con un andar ahorquillado y la mirada torva. Viste traje y corbata para todas las de gánsters, pero no ve las de James Bond por lo costoso que resulta alquilar un esmoquin.

El domingo pasado, finalizada la proyección de “La noche de los muertos vivientes”, fue tiroteado en plena calle por un héroe que pasaba por ahí.


PORTNOY


Fan


Tantas veces lo vio morir y volver a resucitar película tras película, que fue el primer sorprendido cuando no se levantó tras descerrajarle seis tiros en la cabeza.


LANCELOT


El robo de las palomitas


De repente, en el ápice del film, la mujer ofuscada se levanta de la butaca para golpear en el rostro a la pelirroja que, con furia, responde arrojándole el refresco en la cara. La contienda sigue con tirones de pelo, arañazos, cachetadas, gritos, insultos…, a tal punto que debieron intervenir los guardias ante la mirada de los sorprendidos espectadores: las damas fueron llevadas a empujones afuera de la sala.

Cuando el público que observaba el desenlace, en un movimiento casi coordinado, volvió la mirada a la pantalla: se encontró con una veintena de actores perplejos, que torpemente intentaba retomar el hilo de la trama.

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